martes, 12 de junio de 2012

ABSTINENCIA. Paso 1: Formatearse.


         
    
          He empezado mi formateo.  Mis disco duro ha comenzado a vaciarse lentamente. Es un proceso lento.  Van borrándose mis unidades de rutina deportiva.  A la hora del almuerzo ya no me sorprendo a mí mismo pensando en la hora y en el tipo de entrenamiento de la tarde. Ahora pienso en los partidos de la Eurocopa que van a televisar, que por cierto, me ayudan a pasar la tarde haciendo que no me acuerde demasiado de correr. Procuro sin suerte no visitar demasiado la blogosfera corredora, así como no rastrear tanto el mercado británico de material deportivo. Son intentos infructuosos, pero al menos están en marcha. Me estoy absteniendo de ver vídeos motivantes de gente como Kilian Jornet o Dean Karnazes.  También cruzo los dedos para que ningún amigo runner me llame para comentarme sus últimas hazañas atléticas, sus carreras, sus proyectos, sus tiempos en series o entrenos en montaña.  También en vano. Ganas me dan de colgarles el teléfono. Es un proceso lento y duro.


                La abstinencia acaba de empezar . Acabo de tener mi primera sesión de EPI del tratamiento de mi lesión. Doloroso. Desagradable. Somatizo todo mi dolor en un único pensamiento: esto te curará.  Tampoco he podido evitar echar un vistazo a los datos del Garmin de esta temporada. La conclusión es que la probabilidad de no lesionarme era ínfima, a pesar de todos los cuidados –masajes, alimentación, semanas de super compensación – que me he proferido. He entrenado mucho y duro y he competido más. Y todo ello a buen nivel, consagrando hasta ahora mis mejores marcas en todas las distancias. Me vanagloriaré un poco: 1h 22’ en ½ maratón; 37’ en 10K; 3h09’ en maratón, si bien esta última sigue siendo una espina clavada, una mancha en mi expediente. Pienso superarlo. Además, muchos y buenos entrenamientos en montaña.


                Pero como digo, eso es pasado, estoy borrando de mi mente todo lo logrado y todo lo que querría correr hasta agosto, que no era poco. Coqueteo con la llamada y comúnmente aceptada “buena vida”, y me topo de nuevo con mi eterna paradoja personal. Compruebo que soy un extremista, pero que resido en ambos polos. Pedaleo de vez en cuando y no me llena casi nada. Me lleva más de 3 horas y pareciera que mis endorfinas me hayan abandonado.  Si miro hacia el futuro inmediato, como incentivos a corto plazo sólo aparecen cenas de fin de curso, inauguraciones festivas y disponer de más tiempo para la lectura y la guitarra.  Actividades de “killing time”, que serían aún más completas si las complementara con 5 buenas dosis de running semanales.  Trataré de mantener el formateo en proceso mientras dure mi recuperación, pero igual presiono ESC.

6 comentarios:

  1. Lo de la buena vida ya lo hacías antes de la lesión, lo que pasa es que también corrías.Ya estás en proceso de curación,así que tranquilo que ya queda menos. A ver si quedamos un día de estos para hacer una ruta en bici.

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  2. Javi, no será fácil que la bici te devuelva ese entusiasmo del running si prevalece esa sensación de encontrarte de nuevo con ella por "accidente", y como "opción Z". De modo que cuanto antes cambies los ojos con que la miras, antes te compensará esta aquel vacio. Un saludo.
    Pedro Gª Carrasco.

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  3. Como ostentador de más experiencias en lesiones que tú, te puedo asegurar que aunque todo se ve negro en los primeros días, siempre se sale a flote si se mantiene la cabeza fría a la hora de recuperarse. Nada olvida la mente tan rápidamente como una lesión superada.
    Con el paso de los días, la obsesión por correr se va diluyendo y la mente se va amueblando con nuevas cosas. Se produce un empobrecimiento de endorfinas y eso, lógicamente, ayuda a no recordar la acción de correr.
    No sé a tí, pero a mí me ocurre que el primer día que salgo con la bici tras una larga temporada siento que no me llena como correr, pero a medida que pedaleo los días siguientes me voy congraciando con los pedales. Que somos animales de costumbres. Así que paciencia.

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  4. Salvo que me fracture un hueso soy incapaz de dejar de correr. ¿Y que hago cuando me lesiono? Pues disminuir drásticamente el numero de kms. Mas vale algo que nada. Me aburren los traumatologos, sus errores de diagnostico y su incompresion. Así que un día dije: Se acabo.
    En cualquier caso esto solo es mi opinión y experiencia.
    Saludos.

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  5. "Reducir drásticamente el número de kms" ha sido la solución que he intentado durante tres meses y créeme, no ha funcionado. Para que yo deje de correr, la cosa es seria. Y totalmente de acuerdo con el asunto de los traumatólogos y sus diagnósticos tajantes, pero esta lesión no me la ha diagnosticado un traumatólogo, sino un fisioterapeuta deportivo con muy buen hacer. Esta es mi primera lesión "seria" y la cosa es bien sencilla: o se repara el tendón dañado y cronificado, o el dolor persistirá.

    Ayer cayeron unos 40 kms de mtb por los montes de la Sierra de Huétor, y oye, tuvo gracia la cosa. Y es que lo que no arregle la naturaleza...

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  6. Me parece que no tienes otra alternativa que practicar otros deportes: no es lo mismo, ya lo se, pero algo hay que hacer con la energia sobrante...
    Sobre las ganas de correr te cuento una historia muy reciente: el pasado sábado y unas horas antes de la carrera del mamut en Padul me hice una contractura bestia en el lumbar izquierdo (de la forma más tonta). No podía casi caminar pero no perdía la esperanza: hielo, voltaren, más hielo y por la tarde un par de pastillas de relajante muscular mas paracetamol; nada de nada, no podía ni dar paso. Casi estaba convencido de no correr e ir solo a acompañar a mi chica para que corriese ella sola y a recoger mi bolsa; Pero al ver el ambiente previo a carrera me animé y me puse a caminar más deprisa, luego a trotar y desconzoco el porqué pero el dolor me dio un respiro y ¡a correr!; con tales ganas que, sufriendo bastante, hice mi MMP: 44:23. Después de unas horas volvía a caminar dolorido y encorvado...

    saludos y mucho ánimo

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