domingo, 28 de abril de 2013

COUNTDOWN...


2 semanas para la cita del año y casi desearía que no llegara. No me interesa el final del camino, sino el propio camino. Me estoy divirtiendo de lo lindo. Preparar un ultra es mucho más entretenido que una media o una entera, da igual. El entreno se basa en concentrar kilómetros a tutiplén,  miles y miles de metros disfrutones, sugestivos .  Cierto es que estaré algo más lento de lo que acostumbro, pues las series están olvidadas, pero en absoluto puede decirse que la calidad esté siendo mermada. Dios, miro alrededor desde mi terraza y todo, absolutamente todo el sistema montañoso que diviso lo he recorrido pateándolo.  Obviamente, no incluyo la alta montaña, que por lógica a estas alturas siguen bien cubiertas de nieve e invadidas por esquiadores.
Los imponentes Alayos

Planificar un ultra es complicado y seguramente los más puretas que conozcan nuestro sistema encontrará lagunas y deficiencias en la forma y en el fondo, pero nos da igual. En esta aventura estamos metido 4 amigos, pero cada uno se busca la vida como puede de lunes a viernes para meter kms, cada uno con sus quehaceres e idiosincrasia personal propia. Pero llega el domingo. Y el domingo es grande. Algunos se acicalan y se van a los bares. La gente ya no va a misa los domingos, ¿no?.  Muchos no son personas hasta el mediodía, desperdiciando medio domingo sobando la mona. El domingo es el día para sentirse vivo. Levantarse temprano de un salto y sin siquiera mirar por la ventana vestirte con determinación, desayunar y salir a disfrutar de estos vergeles que tenemos a nuestro alrededor. Corriendo. No puede ser de otro modo.

Hoy han caído casi 42 kms que podrían definirse como mixtos: hemos tocado un poco de asfalto y ciertamente empiezo a odiarlo. Todo duele más cuando corres por asfalto, la espalda se carga más, las rodillas gimen…  Hemos vuelto a toparnos con la lluvia, con granizos, con charcos. Este ha sido sin duda el año de la lluvia, el año que más he corrido y más me he mojado. El caso es que entre tanta ultra-tirada y alguna carrera de trail intercalada estamos cogiendo un puntito muy bueno, la verdad. Hoy he decidido apretar el ritmo a partir del km 32, más o menos. He decidido comprobar si mi cuerpo podría ponerse a ritmo alto después de subir y bajar casi 1600 metros acumulados. Y sí he podido, tampoco me he matado, obviamente, pero alcanzaba los 4’20’’/km con relativa comodidad. El trabajo está hecho. Al cuerpo se le ha enseñado a sufrir y todos llegaremos fuertes de mente y dejando a un lado a las temidas lesiones –tocaremos madera.  Ahora toca relajar los músculos y hacer acopio de fuerza mental , estiramientos, pocos kilómetros y buena alimentación.  Allá vamos.

2 comentarios:

  1. Pues casi sin darnos cuenta ya tenemos la prueba encima. Creo que hemos entrenado bien y ya sólo queda que el día D salga todo bien y el cuerpo nos deje correr, aunque algunos llegan muy fuertes y habrá que contenerlos para que no se desboquen.

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  2. me ha gustado mucho tu blog. Comentas algunas cosas interesantes, ya se algo mas de tu vida personal Juan Pedro, un saludo.

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