Quedan apenas dos meses para el 101KM de Ronda. Ni vértigo,
ni miedo, ni emoción, ni nada de nada. Siempre he pensado que la temporada del
corredor es demasiado larga, que mantener un estado de forma ideal es muy complicado y que los altibajos en
la motivación son demasiado frecuentes. Y es que últimamente no me encuentro ni
en forma ni motivado. Voy a participar en dos trails (Sierra Huétor y I Reto
Trail Jamilena) antes de afrontar el 101 y viendo mis últimas sensaciones tanto
en entrenos como en competición, lo mejor que puede suceder es que la prueba de
mayo pase lo antes posible.
Mi mayor temor no es mi estado de forma, o el ritmo que voy
a emplear para afrontar los 101.000 metros. Estoy literalmente acojonado por
mis pies: no sé qué zapatillas me acompañarán. Compré unas Saucony Triumph 9
para domarlas con tiempo y dada su excelente amortiguación y comodidad, serían
mis compañeras de viaje. Pero lo tengo crudo, mis pies no son como los del
resto de la humanidad. Mis talones siguen gimiendo cada vez que me las calzo.
La otra opción plausible eran las Saucony Xodus 2.0, mis zapas de trail
actuales, una maravilla de estabilidad, agarre y comodidad al que le falla un
aspecto: la transpirabilidad. Son una magnífica opción para otoño-invierno,
puedes pisar charcos sin miedo porque el agua apenas traspasa al pie –a pesar
de no llevar goretex- pero ni se te ocurra calzarlas con calor o en pruebas de
más de 25 kms. Lo experimenté hace unas semanas en el Trail de los Guájares:
las plantas de mis pies ardieron. Tengo
otras opciones, pero están planteadas para la segunda parte –la final- del
ultra, para los últimos 20-30 kms: mis incombustibles Adidas Supernova Glide 4,
una zapatilla cómoda pero que sin embargo queda claramente corta para hacer 80
kms con mis 80 kilates y mi pisada irregular.
En fin, que acabo de optar por una solución de emergencia: he adquirido
las Brooks Cascadia 7, las zapas de trail más asfalteras del mercado, y es que
por ello son una buena opción para el 101. Espero que sus famosas y aclamadas
bondades de comodidad y amortiguación sean compatibles con mis complicadísimos
pies y no requiera una adaptación demasiado larga. De hecho, ya están pedidas a
Sportsshoes. ¡Y qué feas son las puñeteras!
Prefiero hablar
de material técnico y no de estados físicos y mentales, y es que voy a tener
que darles la razón a mis compañeros de entrenamiento cuando afirman y repiten
que soy “el corredor bipolar”, con mis chutes instantáneos de endorfinas y con
mis profundas caídas en el abismo. Que
no me siento competitivo es obvio, que no estoy en mi mejor momento, también,
pero a pesar de todo no dudo de que estaré allí y daré todo lo mejor de mí
cuando llegue el día. Para abrir boca, mañana a las 5 de la mañana estaremos
cubriendo más de 45 kms de montaña, acompañados por la sempiterna lluvia de los
últimos días. Será un buen test de cara al 101, sin duda.
ResponderEliminarAyer se corroboró más que nunca lo del corredor bipolar: 46 Km por montaña, con lluvia y frío y el autor del blog endorfinado, con una sonrisa de oreja a oreja, apretando el ritmo; subiendo, bajando, yendo y viniendo.
Si es que es cierto, no estás en tu mejor momento. Estás en el que viene después del mejor.
No demasiado mal debes de estar de ánimo para meterte esos chutes a las 5 de la mañana ¿no sería más correcto hablar de fortaleza mental?
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