jueves, 5 de julio de 2012

¿...A que me engancho?

Lo que dejas atrás.

¿Me estaré enganchando a la bicicleta? ¿Estaré olvidando definitivamente el running? Lo cierto es en que esta actual etapa en la que me encuentro noto que he progresado bastante: ya puedo ver a gente corriendo y no siento dolor ni conmiseración por mí mismo. Contemplo sus llamativos atuendos y sus chirriantes zapatillas con bastante indiferencia. Es cierto que estoy viendo gente corriendo, no corredores; éstos últimos parecen haberse ocultado en verano. O eso o que quizá yo no quiera verlos.
Mi nueva amiga forzosa.


He encandenado unas cuantas salidas de MTB y tengo que admitir que me gusta. Con matices, claro: no me voy a lugares imposibles que hacen dudar a las cabras para inmediatamente después lanzarme hacia abajo como un kamikaze, haciendo saltos, evitando rocas imprevistas y deslizándome por cerradas cornisas que dan a barrancos… No, nada de eso me pone. No me gusta jugarme el tipo haciendo deporte. No de esa manera. No puedo ni pensar en la posibilidad de partirme una pierna con la bicicleta. Lo mío, como ya saben, es sufrir. Y cuando me pongo a ello, soy el mejor. Sufrir, sufrir. Necesito una tarde entera, es verdad. Me da una pereza horrible ponerme a pertrecharme con los útiles necesarios para la bike: guantes, casco, zapatillas con calas, comprobar inflado, llenar camelback, engrasar cadena…; pero una vez me subo a ella y acomodo mi maltrecho trasero al sillín, ya no hay marcha atrás. Larga y sinuosa es la carretera, pero siempre quiero más. Si existe en el mapa, si hay trazado, se puede hacer – me digo.
He estado haciendo rutas combinadas en cuanto al terreno: he ido por parajes naturales y pistas forestales, pero he estado practicando también por auténticos puertos de montaña de asfalto, y así lo atestiguaban cientos de ciclistas con los que me crucé. Estoy aprendiendo a entender la orografía y el paisaje granadino, con sus múltiples posibilidades que nos ofrece a los deportistas. Uno mentalmente trazados que he hecho corriendo con los que ahora realizo con la mtb. Vuelvo a afirmar que para cualquier tipo de deportista, Granada es un paraíso, porque ofrece infinitas rutas montañeras para trail running, así como carreteras comarcales con poco tráfico, perfectas para la bicicleta. Casi todas, además, nos obsequian con una fresquísima fuente natural en el camino.
La terrible y sinuosa carretera del Purche.

Subo, subo, subo… Aprieto, sudo océanos,  los cuádriceps a punto de colapsarse, necesito más agua… el camelback está casi vacío y el líquido está ya caliente. Tras una curva cerrada crees que llega el descanso, pero no,  te encuentras con otra aún más empinada. Juega con los piñones, no bajes del segundo plato…
¿En qué te has convertido?

El caso es que termino extenuado. Incluso peso menos que nunca. Al día siguiente me siento cansado pero no me duele nada, todos los músculos están en su sitio y con buen tono; además el torso también se tonifica bastante. ¿Estaré empezando irremediablemente un idilio con la bicicleta? ¿Tendré que ir pensando en adquirir una bici de carretera y todos sus complementos? ¿Será irreversible este proceso y mi devoción por el running se desvanecerá?

7 comentarios:

  1. Entonces llegará Antonio, te pinchará la bici y todo volverá a empezar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me da que la bici no es lo tuyo... jaja. Pero cumple su función catártica. Lo dicho que tenemos que quedar para dar un voltio. A ver si nos ponemos en contacto. Te mando email.

      saludooooos

      Eliminar
  2. Javi, yo creo que existe el tipo-ciclista y el tipo-corredor y eso es algo que es casi innato, que no elegimos. En mi opinión, tu estás en el segundo grupo porque es lo que te llena y te apasiona, pero el primer grupo tampoco es desdeñable, aunque como un reserva de lujo. Disfruta con la bici, que tiene sus puntos, y cuando menos te piensas ya estarás pateando. Al día siguiente te olvidarás de la bici, casi por completo. Siempre pasa. De hecho, cuesta horrores cogerla cuando no estás lesionado. Parafraseando a Fernando Fernán Gómez, las bicicletas son para las lesiones.

    ResponderEliminar
  3. Bueno Javi, ya haces más que la mayoría de los lesionados que conozco. Cuando estás enganchado al running es difícil encontrar otra actividad que te enganche de la misma forma. Tú parece que lo estás consiguiendo. Volverás al running, pero vives experiencias nuevas. Además, en verano es lo que toca.

    ResponderEliminar
  4. Javi, veo que estás disfrutando-sufriendo del pedal. Mi opinión es que no son excluyentes correr y pedalear, sino más bien complementarios, incluso muy recomendable, si uno quiere protegerse de las lesiones, incluir sesiones de bici.

    Ya te comenté que estoy saliendo en la MTB con Mario y cuando quieras te unes a nosotros. Imagino que este domingo nos escaparemos por esos caminos de Dios.......si es así, te aviso.

    Un saludo!��

    ResponderEliminar
  5. No quiero torturarte pero ¿has visto la historia del último ganador de la WS100? Un tipo curioso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo he visto, Onio. Sólo sé que batió el récord, ¿no?

      Eliminar