Día 7 de mi recién inaugurada vida. Más luces que sombras,
quizá, pero persiste la inquietud, qué duda cabe. He vuelto a sentirme vivo por
momentos, al tiempo que he vuelto a experimentar la crudeza y la ingratitud de
este deporte. Si lo abandonas un tiempo, te la devuelve doblada. Ignorarlo es
provocar una venganza aguda en forma de mil y un dolores pequeños, y algunos no
tanto. Contabilizo 4 salidas desde que la luz al final del túnel empezó a
surgir. Tres de 10 kms y la última, ayer mismo, de 13. Y sí, me pasé, es mucha
tela tras tanta inactividad.
La más feliz,
la más plena y satisfactoria fue sin duda la primera, hace hoy justo una
semana. Empecé a trotar sin pretensiones, tratando de reestructurar mi
biomecánica, adaptándola a las nuevas plantillas. Fue raro, como correr con
tacones. Imposible talonear, sobre todo con el alza que llevo en la derecha.
Troté sonriente hasta que me crucé con un conocido. No, no dejé de sonreir por su presencia,
pero me olvidé por completo de mi estado. Corrimos juntos, charlando
animadamente, hasta someter mi caja a un castigo excesivo. Correr a 4 pelaos
tras estar parado un tiempo no es lo más adecuado. Bajé el ritmo y me acomodé.
Fui feliz.
Para tener una
idea certera de cómo corrí el segundo día, sólo hay que imaginarse a un Airgam
Boy de 185 centímetros. Rígido, rígido. Imposible agacharme y tocar las puntas
de los pies. El ritmo y las sensaciones, para olvidar. Eso sí, sin dolor en la
cintilla.
Para imaginarse
el tercer día, vuelvan a imaginarse esta vez a un Madelman, pero en esta ocasión acompañado de Dolph Lundgren, o si lo prefieren, de un comandante de la SS
rubio, alto y cuadrado. Stronger than
ever. No es que el bicho me infligiese ningún castigo; el rodaje fue
amistoso, pero sencillamente yo no estoy ni para hacer bulto. La adaptación a las plantillas será un proceso arduo.
El cuarto, ayer
mismo. “Rodaje depurativo”, que es un eufemismo para esconder lo que realmente
pensaba: “corre, cabrón, quema las
cervezas, vinos y ginebras de anoche”. Increíblemente, -misterios de este
deporte- iba bien de motor, pero una vez más las piernas duras y exentas de
flexibilidad. Con molestias, pero con la ventaja indudable de ir solo, hice el
recorrido que siempre hago cuando viajo a mi pueblo. Son 13 kms y punto. Hay
uno más corto de 10, pero eso son mariconadas. Yo no me pringo en mi pueblo
para hacer el camino de domingueros de chándals relucientes y marujas armadas
de revólveres. 13 kms con cuestecillas que no matan, pero que te dan una buena
hostia cuando no estás en forma. A falta
de 2 kms, arrastrándome pero contento, percibo pasos vigorosos detrás. Viene un
tipo espigado con impecable equipación Mizuno azul; me recompongo, me estiro, subo
las caderas, braceo con palmas abiertas a lo Bolt. El tío ya me ha sacado 100
metros. Le veo las piernas super-definidas y depiladas. Iría a 3’50’’ y cómodo.
Lo que otrora hubiese sido un pique en toda regla acabó conmigo retrepado en un
banco de la vía verde, estirando vilmente, disimulando mi impotencia y conteniendo un conato de vómito. Seguí mi
caminito, acompañado de una levísima insinuación de dolor. ¡Alarma!
Me abandonó
la confianza y el último km lo hice caminando, silbando alegremente la puñetera
canción de Paulina Rubio, que vergonzosamente había bailado y vociferado en la boda de la
noche anterior.
“Boys will be boys. They want to play around;
you shot me with your love gun, I’m falling to the ground…”
Jeje, hay que tener mucho cuidado con lo que se baila en las bodas, que luego está la memoria y la conciencia...
ResponderEliminarSinceramente, creo que te está tocando un poco la ansiedad. Intenta recordar el modelo de la primera salida. Esa es la vía -verde-.
Has pasado de menos infinito a más infinito en poco tiempo. Mantén la calma y progresa adecuadamente.
ResponderEliminarMe alegro de leer tan buenas noticias. Espero sigas adelante con el proceso de recuperación para la élite, jeje. Pero no me dejes la bici que tenemos una pendiente. Un abrazo.
ResponderEliminarJavi, ¿cómo progresan esos entrenos? ¿Has visto "Salvajes"?
ResponderEliminarLos entrenos, despacito. Aún no la he visto, cagüen to. De todas formas, no espero que supere a la novela de Winslow.
EliminarLos entrenos, despacito. Aún no la he visto, cagüen to. De todas formas, no espero que supere a la novela de Winslow.
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