Lo que dejas atrás. |
¿Me estaré enganchando a la bicicleta? ¿Estaré olvidando
definitivamente el running? Lo cierto es en que esta actual etapa en la que me
encuentro noto que he progresado bastante: ya puedo ver a gente corriendo y no
siento dolor ni conmiseración por mí mismo. Contemplo sus llamativos atuendos y
sus chirriantes zapatillas con bastante indiferencia. Es cierto que estoy viendo gente corriendo, no corredores;
éstos últimos parecen haberse ocultado en verano. O eso o que quizá yo no
quiera verlos.
Mi nueva amiga forzosa. |
He encandenado unas cuantas salidas de MTB y tengo que
admitir que me gusta. Con matices, claro: no me voy a lugares
imposibles que hacen dudar a las cabras para inmediatamente después lanzarme
hacia abajo como un kamikaze, haciendo saltos, evitando rocas imprevistas y
deslizándome por cerradas cornisas que dan a barrancos… No, nada de eso me
pone. No me gusta jugarme el tipo haciendo deporte. No de esa manera. No puedo
ni pensar en la posibilidad de partirme una pierna con la bicicleta. Lo mío,
como ya saben, es sufrir. Y cuando me pongo a ello, soy el mejor. Sufrir,
sufrir. Necesito una tarde entera, es verdad. Me da una pereza horrible ponerme
a pertrecharme con los útiles necesarios para la bike: guantes, casco,
zapatillas con calas, comprobar inflado, llenar camelback, engrasar cadena…;
pero una vez me subo a ella y acomodo mi maltrecho trasero al sillín, ya no hay
marcha atrás. Larga y sinuosa es la carretera, pero siempre quiero más. Si existe en el mapa, si hay trazado, se
puede hacer – me digo.
He estado haciendo rutas combinadas en cuanto al terreno: he
ido por parajes naturales y pistas forestales, pero he estado practicando
también por auténticos puertos de montaña de asfalto, y así lo atestiguaban
cientos de ciclistas con los que me crucé. Estoy aprendiendo a entender la
orografía y el paisaje granadino, con sus múltiples posibilidades que nos
ofrece a los deportistas. Uno mentalmente trazados que he hecho corriendo con
los que ahora realizo con la mtb. Vuelvo a afirmar que para cualquier tipo de
deportista, Granada es un paraíso, porque ofrece infinitas rutas montañeras
para trail running, así como carreteras comarcales con poco tráfico, perfectas
para la bicicleta. Casi todas, además, nos obsequian con una fresquísima fuente
natural en el camino.
La terrible y sinuosa carretera del Purche. |
Subo, subo, subo…
Aprieto, sudo océanos, los cuádriceps a
punto de colapsarse, necesito más agua… el camelback está casi vacío y el
líquido está ya caliente. Tras una curva cerrada crees que llega el descanso,
pero no, te encuentras con otra aún más
empinada. Juega con los piñones, no bajes del segundo plato…
¿En qué te has convertido? |
El caso es que termino extenuado. Incluso peso menos que
nunca. Al día siguiente me siento cansado pero no me duele nada, todos los
músculos están en su sitio y con buen tono; además el torso también se tonifica
bastante. ¿Estaré empezando irremediablemente un idilio con la bicicleta?
¿Tendré que ir pensando en adquirir una bici de carretera y todos sus
complementos? ¿Será irreversible este proceso y mi devoción por el running se
desvanecerá?
Entonces llegará Antonio, te pinchará la bici y todo volverá a empezar.
ResponderEliminarA mi me da que la bici no es lo tuyo... jaja. Pero cumple su función catártica. Lo dicho que tenemos que quedar para dar un voltio. A ver si nos ponemos en contacto. Te mando email.
Eliminarsaludooooos
Javi, yo creo que existe el tipo-ciclista y el tipo-corredor y eso es algo que es casi innato, que no elegimos. En mi opinión, tu estás en el segundo grupo porque es lo que te llena y te apasiona, pero el primer grupo tampoco es desdeñable, aunque como un reserva de lujo. Disfruta con la bici, que tiene sus puntos, y cuando menos te piensas ya estarás pateando. Al día siguiente te olvidarás de la bici, casi por completo. Siempre pasa. De hecho, cuesta horrores cogerla cuando no estás lesionado. Parafraseando a Fernando Fernán Gómez, las bicicletas son para las lesiones.
ResponderEliminarBueno Javi, ya haces más que la mayoría de los lesionados que conozco. Cuando estás enganchado al running es difícil encontrar otra actividad que te enganche de la misma forma. Tú parece que lo estás consiguiendo. Volverás al running, pero vives experiencias nuevas. Además, en verano es lo que toca.
ResponderEliminarJavi, veo que estás disfrutando-sufriendo del pedal. Mi opinión es que no son excluyentes correr y pedalear, sino más bien complementarios, incluso muy recomendable, si uno quiere protegerse de las lesiones, incluir sesiones de bici.
ResponderEliminarYa te comenté que estoy saliendo en la MTB con Mario y cuando quieras te unes a nosotros. Imagino que este domingo nos escaparemos por esos caminos de Dios.......si es así, te aviso.
Un saludo!��
No quiero torturarte pero ¿has visto la historia del último ganador de la WS100? Un tipo curioso.
ResponderEliminarNo lo he visto, Onio. Sólo sé que batió el récord, ¿no?
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